La expectativa fue superada con creces y ese tema, compuesto por Paul de Senneville como homenaje a su hija recién nacida, Adeline, se convirtió en un éxito en las manos de un pianista hasta ese momento desconocido para el mundo, que se ganó el derecho de grabar la canción después de superar a 19 pianistas más.
Por esos días, ni siquiera el pianista era Richard Clayderman. Todavía se llamaba Philippe Pagès, nacido en Francia el 28 de diciembre de 1953 y quien cambió su nombre usando el apellido de soltera de su bisabuela.
Gracias a esa interpretación, Clayderman adquirió fama internacional y luego de 38 años de carrera no ha dejado de dar conciertos por el mundo, y América del Sur es uno de sus principales puntos de parada.
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