E.T. el extraterrestre (E.T. The Extra-Terrestrial) es una de esas películas que han hecho historia gracias a la estrecha colaboración de su director, Steven Spielberg, y el compositor de su banda sonora, John Williams. Rodada en 1982, E.T. se caracteriza por la sencillez de la historia y la simpleza de la trama; y quizás sea esa característica la que ha tenido la culpable del éxito del film y de la banda sonora.
La partitura musical de Williams está pivotada por tres niveles diferentes. El primer nivel es “lo desconocido”, haciendo referencia a lo que viene desde fuera del planeta tierra; en el segundo están los temas relacionados con “la amistad”, el sentimiento que surge entre Elliot y el extraterrestre; y finalmente nos encontramos los tracks relacionados con “la fantasía”.
En general, la banda sonora se caracteriza por tener un ritmo constante basado en instrumentos de cuerda (violines, violas…). La melodía, que permanentemente va evolucionando, es creada por un único instrumento principal que es acompañado por otros. La música sigue una estructura clásica de estribillo y estrofas paralelas que en algunos momentos concretos sufren variaciones para acoplarse al sonido que se quiere transmitir. Cada nota de esta genial banda sonora se adapta a las escenas cinematográficas, consiguiendo recrear una variada paleta de sensaciones que llegan al espectador casi de forma imperceptible.
El tema musical que resume toda el recorrido musical es el último, el de la huida de E.T., “Escape/ Chase/ Saying Goodbye”; con él se cierra el maremágnum de emociones descritas.
Texto: bsocine.com
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